Dios permite que vivamos la vida que elegimos vivir como una oportunidad del Espíritu para evolucionar. José Sáez eligió, y Dios le permitió, vivir a grandes rasgos de esta manera:
Técnico de comunicaciones, llegó a La Rioja en marzo de 1945 para ocupar la regencia de lo que en esa época era la “Escuela Industrial de la Nación” donde trabajaría hasta 1992, año en que se jubiló como director de dicho establecimiento, cargo al que llegó a través de concurso y oposición.
Nacido en Buenos Aires, el 11 de febrero de 1927, hijo de emigrantes españoles, pasó gran parte de su vida en La Rioja, ciudad capital. En 1953, contrajo enlace con Estela Rearte, con quien tuvo seis hijos. Al nacer su primogénito, a través de los comentarios de las obstetras Aurora Jais y Francisca Salguero, conoció el Espiritismo, ideal que inculcó a sus hijos, doctrina a la que dedicó su vida.
Fue presidente del Primer Congreso Espiritista Juvenil Argentino, realizado en Buenos Aires en el año 1959, que dio origen a la Federación Espiritista Juvenil Argentina (FEJA). Años después, fue miembro fundador de la Asociación Espiritista “Tercera Revelación” de La Rioja. En ella desarrolló su dinamismo espiritual en sesiones de bien y de difusión del Ideal. Creó, junto a los hermanos que le acompañaron la Escuelita Infantil Espírita, siendo su primer maestro y auspiciando la creación de esas escuelas en todos los Centros Espiritas del país. Enseñó y acompañó a los jóvenes en sus tareas idealistas. Propició la primera Reunión Infantil Espirita en La Rioja, ofreciendo el estudio espiritual a los niños a través de la mediumnidad, a todas las familias que lo solicitaron. Desarrolló su mediumnidad intuitiva y parlante con verdadera pasión y fue director de sesiones. Dictó cursos de Mediumnidad, de Pases, de Desobsesión, y asistió a cursos dictados por Divaldo Pereyra Franco. Creó la Escuela Para Padres, la que trascendió más allá del centro espírita, pues la organizó adecuadamente en los colegios de su dirección. Participó en el Primer Censo Espírita del país, organizado por la CEA. Finalmente asistió con fraternal vocación de servicio a los internos de la Clínica de Salud Mental “Dr. Fhillipe Pinel” de esta ciudad de La Rioja.
Siempre con relación a su actividad doctrinaria, participo del Primer Congreso Mundial Espirita, realizado en Brasilia (1995) en representación de la Asociación Tercera Revelación, y en Congresos Espiritas Nacionales e Internacionales, Brasilia (1989) y reuniones de estudio de Intercentros en diferentes provincias argentinas. Tradujo del portugués innumerables trabajos que repartió gustoso entre las sociedades espíritas y hermanos del ideal o profanos, y mantuvo continua relación epistolar con sociedades de nuestro país y del exterior. En el año 1987 tuvo la enorme satisfacción de convivir unos días en la Mansión del Camino (Salvador, Bahia, Brasil) con parte de su familia, invitado por nuestro querido hermano Divaldo Pereira Franco. En esa oportunidad también conoció, en Uberaba, al gran médium Francisco Cándido Xavier y a otras personalidades del ambiente espírita. Incansable estudioso de la Doctrina, fue muy solicitado para dar conferencias en distintas asociaciones espiritas.
Los amigos de su juventud aún lo recuerdan, serio, inquieto y promotor, porque además de su actividad escolar, fue organizador de la Red de Comunicaciones de la Policía de la Provincia y miembro fundador del club “El Chacho” (hoy “Facundo”). Gustó del deporte en general participando en su juventud en atletismo y basqueball. Más tarde fue miembro de la Fundación Sanmartiniana y de la Fundación Universidad Nacional de La Rioja (FUNLAR).
En busca de nuevos desafíos, inicio en 1975 la Licenciatura en Psicopedagogía, en la Universidad Provincial de La Rioja, de la cual egresó en 1979, constituyéndose en el primer abanderado de dicha casa de altos estudios. Entre 1973 y 1976 desempeñó el cargo de vocal del Honorable Consejo General de Educación de la Provincia y su presidencia en el último año citado, entre 1993 y 1995 ocupó la rectoría del Colegio Universitario General San Martin, además dio clases (ad honorem) en la Cátedra de Relaciones Humanas de la Escuela de Cadetes de la Policía de la Provincia de La Rioja.
El 23 de Marzo de 1999, a las 16,30 hs. aproximadamente, hizo su retorno a la Patria Espiritual luego de una breve enfermedad. Hasta los 72 años trabajó sin treguas, desafiando un ambiente social religioso, dogmático y tradicionalista. Largas y amistosas conversaciones mantuvo con representantes de distintas religiones, consiguiendo mutuo respeto y un convencimiento mayor de sus principios. La comunidad educativa a la que dedicó gran parte de su vida, lo despidió homenajeándolo con sentidas palabras y nutridos aplausos. La sociedad riojana lo reconoció y acompañó a los suyos manifestándoles el respeto y la admiración que por él sentían. La familia espírita desde variados sitios ha hecho presente su sentimiento y las rogativas a Dios por el Espíritu de quien fue un gran hombre, un gran padre, un gran educador, un hermano inolvidable.
(Este resumen biográfico de José Sáez, fue extraído del Anuario Espírita del año 2000.)