Cammille Flammarion, famoso astrónomo francés. Nació en Montigny, Francia, el 21 de febrero de 1842 y desencarnó en junio de 1925.
Desde 1862 se convirtió en un estudioso del Espiritismo. Conoció a Allan Kardec y entabló una estrecha amistad con él.
Sabemos que él formaba parte de un grupo de espíritus en los que estaban Allan Kardec, Léon Denis, Gabrielle Delanne y otros. Ellos venían con la misión de despertar conciencias y elaborar la Doctrina Espírita para traer luz y conocimiento a las mentes ansiosas de crecer espiritualmente. Eran los integrantes del equipo de la Tercera Revelación, que traían las palabras renovadas del Maestro Jesús.
Camille Flammarion popularizó la astronomía en Europa, destacándose como pionero en esta ciencia. Recibió el Premio Motion de la Academia Francesa y sus obras fueron traducidas a casi todos los idiomas.
Fue un niño precoz, leía a los cuatro años y escribía a los cinco. Su interés por el saber no tenía límites. Se destacó en Astronomía, Filosofía y el estudio del Nuevo Testamento. Siendo muy joven aún tuvo que trabajar duro para colaborar con el mantenimiento del hogar paterno. Empezó como aprendiz de grabador en metales y recibía a cambio, casa y comida. Comía mal y dormía poco. El tiempo libre lo usaba para estudiar y leer todo lo que encontraba. Leía a la luz de la vela y a veces, solo con el resplandor de la luna.
A los dieciséis años publicó su primer obra, “El mundo antes de la aparición del Hombre”, que despertó gran admiración entre los hombres de ciencia.
Poco tiempo después entró en el Observatorio de París, donde desarrolló su gran interés por la Astronomía pero sufrió la envidia de los científicos más viejos que no toleraban que un joven supiera más que ellos.
Publicó otras obras de Astronomía y Filosofía. Fue amigo personal de Kardec. En la Revista Espírita era frecuente que Kardec mencionara a Flammarion, así como sus experiencias en el desarrollo de su facultad como médium psicográfico.
Fue uno de los primeros en practicar hipnosis e impartió clases sobre ella. Era un apasionado espiritista, especialmente en sus últimos años; afirmaba que los fenómenos espiritistas eran regidos por principios científicos no descubiertos todavía. A la muerte de su amigo Kardec, ante cuya tumba pronunció un sentido discurso, rehusó la presidencia de la Societé Spirite de París.
Entre sus obras más famosas debemos mencionar:
“Mundos imaginarios y Mundos reales”
“Las maravillas celestes”
“Dios en la Naturaleza”
“Contemplaciones Científicas”
“Atmósfera”
“Las casas embrujadas”
“Urania”
“La muerte y sus misterios”
“El fin del mundo”
“Pluralidad de mundos habitados”
Flammarion, en las palabras de Gabrielle Delanne, fue un filósofo muy sabio que tenía el arte de la ciencia y la ciencia del arte.
Incansable escritor y propagador de la Doctrina llevó la bandera de la Buena Nueva, acompañando a Kardec en sus trabajos de divulgación y estudio.
Debemos a este gran hombre obras importantes sobre temas como la reencarnación, la pluralidad de mundos habitados, la evolución del alma, la comunicación con los Espíritus, y otros. Sobretodo le debemos un nuevo enfoque de la ciencia, apuntando hacia la espiritualidad, de la existencia de todo lo creado.
Su nombre estará siempre junto al de los grandes hombres, que lo dieron todo a favor del crecimiento espiritual de la Humanidad.
Fuente consultada:
LUZ ETERNA – Revista de Actualidad Espírita”, Nº 16 – Noviembre 2010, artículo Biografía